Miércoles Bíblicos
Los profetas
Contrariamente a lo que sea piensa, un profeta, no predice ni adivina el futuro; sino que es una persona que da un mensaje de Dios a su pueblo, criticando y denunciando el desvío de las enseñanzas que Dios a dado. El profeta invita a vivir la conversión, anuncia la salvación y transmite esperanza a la comunidad.
Son muchos los profetas del pueblo hebreo, de algunos se llega a conocer sus nombres y por los libros bíblicos se pueden clasificar en varias categorías: están los Profetas Anteriores, pertenecen a los libros históricos o narrativos, se conocen a Samuel, Natán, Elías, Eliseo, Gad, Ajías de Siló, Semaías, Micaías, además de profetisas como María, Débora y Juldá; los Profetas Posteriores son aquellos que conocemos por medio de los libros que llevan sus nombres. A su vez, se identifican por el momento histórico en que vivieron: Pre exílicos, los que tuvieron su misión en todo tiempo anterior al año 587/586 a.C. que marca la caída de Jerusalén y el fin de la monarquía; Exílicos, una época difícil para el pueblo judío, hay pocos profetas, sobresalen Ezequiel e Isaías del capítulo 40 al 50; Postexílicos, vivieron en Jerusalén después del Edicto del Rey Ciro de Persia, año 538 a.C., no llegaron a tener el auge profético de la época monárquica.
Por último, entre los 16 profetas que tienen libros con sus nombres se dividen en profetas mayores y menores. Esta división se debe al volumen de sus textos no por su importancia; los mayores son Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel; los menores son Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.
Isaías (I)
El libro profético de Isaías es el más largo de los textos que conforman el grupo de profetas. Éste libro recoge los escritos de al menos tres profetas distintos que vivieron en tres etapas muy distantes de la historia del pueblo hebreo, algunos biblistas mencionan que pudieron ser más profetas aun, y suman entre los autores a discípulos de los profetas y posiblemente a uno o varios recopiladores quienes colocaría sus aportes al libro.
Ante esto con el fin de ayudar a la comprensión y mejor lectura, se propuso la hipótesis de tres profetas separados por etapas históricas ellos son: Primer Isaías (del capítulo 1al 39) ubicado en plena monarquía del siglo VIII a.C., Segundo Isaías ( del capítulo 40 al 55) ubicado en los últimos años del destierro en Babilonia en el siglo VI a.C., Tercer Isaías (capítulos 56 al 66) ubicado después del regreso del destierro de Babilonia en el siglo IV a.C.
Algunos datos históricos para apreciar el contexto del libro en el tiempo, todos los años son anteriores a Cristo: 740 muerte de Ozías, Jotam Rey de Judá, 736 Ajaz, rey de Judá, 732 Siria es anexada por Asiria, 721 caída de Samaría y final del Reino del Norte, 587 caída de Jerusalén, 539 caída de Babilonia, 538 edicto de Ciro Rey de Persia, 520-515 reconstrucción del Templo, 445-423 Nehemías en Jerusalén, 397 Esdras en Jerusalén.
Primer Isaías
De ser un solo Isaías, su labor tuvo interrupciones durante los 40 años de su actividad, o por lo menos el Isaías que inaugura el escrito recogido entre los capítulos 1 al 39 era probablemente nacido en Jerusalén hacia el año 760 a.C., debió tener una buena educación tanto cultural como religiosa. Su vida estuvo marcada por la conquista de Asiria de Samaría, año 722 a.C., provocando la caída del Reino del Norte. Además en tiempos que el rey Ezequías se unió con reyes de la zona, que casi culmina con la destrucción de Jerusalén.
Estos acontecimientos marcaron de manera decisiva la actividad de Isaías, sus predicaciones son fiel exposición demás falsas esperanzas que asumían los gobernantes de Israel al colocar su fe, no en Dios, sino en los reyes cercanos.
Su contenido literario fueron organizados al final de la siguiente forma:
- Oráculos sobre Israel y Judá (capítulos 1 al 12)
- Oráculos contra las naciones extranjeras (capítulos 13 al 13)
- La gran escatología (capítulos 24 al 27)
- Oráculos contra Judá (capítulos 28 al 33)
- Pequeña escatología (capítulos 34 al 35) y
- Apéndice histórico (capítulos 36 al 39 tomado de 2De 18,13 – 20,19).
Segundo Isaías
En medio de grandes cambios geopolíticos como la pérdida de poder de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y su imperio a manos de un creciente poderío persa, comandado por el rey Ciro, año 550 a.C., comienza la misión del segundo Isaías.
Este profeta, por los escritos se deduce que era una persona culta y religiosa, acompaña y exhorta a los judíos que vivían el destierro en Babilonia y da esperanzas en el momento que el rey Ciro vence a Babilonia, convirtiéndose en el rey más poderoso de todo el Medio Oriente, decretando por intermedio de un edicto la liberación de todos los pueblos esclavizados por el imperio babilónico, con el cual los judíos regresan a tierras de Palestina y, por ende, a Jerusalén.
El segundo Isaías era un gran teólogo que también demuestra ser extraordinario poeta, ya que utiliza a la perfección un lenguaje de imágenes, sonoridades y otros atributos lingüísticos, así como el uso de distintos géneros como himnos, oráculos, cantos, entre otros.
Su obra vista en conjunto se puede dividir en cuatro partes:
- Prólogo (capítulo 40 del versículo 1 al 11)
- Primera parte (del capítulo 1 versículo 12 al capítulo 48) liberación de Babilonia y retorno a Jerusalén,
- Segunda parte (del capítulo 49 al capítulo 55 versículo 5) restauración de Jerusalén y misión del siervo del Señor y
- Epílogo (capítulo 55 versículos 6 – 13)
Tercer Isaías
En medio de conflictos internos, tras la llegada del exilio, comienza la misión del tercer Isaías. Quienes regresan de Babilonia encuentran unas tierras palestinas empobrecidas y en ruinas, nada parecido a aquello que los había llenado de melancolía y esperanzas, aunado a esto, crece el desánimo por la lentitud de las obras de reconstrucción y notan que la realidad sólo les ha dado solamente libertad religiosa. Como si fuera poco, surge un gran conflicto entre los judíos que llegan del exilio, imponiendo sus ideales de reconstrucción, contra los judíos que permanecieron en Palestina, quienes se habían amoldado a las circunstancias y vivían otro tipo de costumbres; sumado a los extranjeros que, también, vivían en Palestina y no veían con buenos augurios la llegada de los nuevos inquilinos y sus ideas de cambio.
Pese a algunas semejanzas que se notan con el segundo Isaías, en temas y géneros literarios, el tercer Isaías tiene personalidad propia ya que su obra se manifiesta en una realidad distinta.
El texto del tercer Isaías se puede dividir en cuatro partes:
- Oráculos de denuncia y temas propios de cultura (capítulos del 56 al 59)
- La Nueva Jerusalén y su restauración (capítulos del 60 al 62)
- El juicio a las y meditación histórica (capítulos 63 al 64) y
- Temas escatológicos: nueva creación y reunión de todos los pueblos (capítulos del 65 al 66).
Jeremías
Éste profeta nació hacia el año 650 a.C. dentro de una familia sacerdotal de los alrededores de Jerusalén; es el profeta del que se tiene más datos biográficos, que hasta dan a conocer su carácter, por medio de los escritos en tercera persona que aparecen a lo largo de todo el libro.
Su misión profética se llevó a cabo durante el impulso dominador de Nabucodonosor, rey de Babilonia, sobre Palestina, Judá se reveló con el apoyo de Egipto, siendo conquistados hacia el año 587 a.C. Nabucodonosor tomó Jerusalén, quemó entre otros edificios el Templo y se llevó cautivos a una gran parte de sus habitantes. Jeremías vivió estos acontecimientos predicando y llamando la atención de los reyes sin resultado; fue acusado de derrotismo, perseguido y encarcelado. Después de la caída de Jerusalén se quedó en Palestina.
El libro que conocemos de Jeremías es el resultado de un gran trabajo de redacción, donde se consiguen primero sus oráculos originales, acompañados por narraciones sobre el profeta, luego siguen discursos de estilo deuteronomista, la obra se puede dividir de la siguiente manera:
- Oráculos contra Judá y Jerusalén (capítulos del 1 al 24)
- Oráculos sobre la salvación de Judá e Israel (capítulos del 25 al 45)
- Oráculos contra las naciones (capítulos del 46 al 51) y
- Apéndice histórico (capítulo 52)
Ezequiel
Según el libro, el profeta Ezequiel ejerció su misión con los desterrados de Babilonia, tomando las fechas extremas que deja ver el texto, entre los años 593 a 571 a.C. Posiblemente habría predicado en Palestina hasta la ruina de Jerusalén, 587 a.C., para unirse a los cautivos de Babilonia.
Ezequiel era un sacerdote constituyendo su mayor preocupación el Templo, primero el presente manchado por ritos impuros y, luego, el futuro el cual describe minuciosamente. A su vez, como sacerdote resolvía casos de derecho y de moral.
El libro es el resultado de un largo proceso de redacción, si bien gran parte de su contenido nace de su predicación y actividad profética, también existen incorporaciones posteriores. Los elementos característicos del libro son los oráculos, las experiencias místicas y las acciones simbólicas.
La estructura de la obra se puede dividir en 5 bloques de contenidos
- La vocación del profeta (capítulos 1 al 3)
- Oráculos de condenación contra Jerusalén (capítulos 4 al 24)
- Oráculos contra las naciones (capítulos 25 al 32)
- Mensaje de esperanza (capítulos 33 al 39)
- Visión sobre el Templo y la tierra (capítulos 40 al 48).
Daniel
El libro de Daniel puede prestarse para la confusión del lector dado que la acción del relato describe la época del exilio en Babilonia (siglo VI a.C.) con todas las dificultades vividas por los israelitas para vivir su fe sin distorsión. Aunque en realidad el libro, perteneciente a la corriente literaria apocalíptica, intenta llevar un mensaje de esperanza a los judíos que se revelan ante la opresión de Antíoco IV Epífanes (siglo II a.C.) y su intención de imponer la cultura helenista, coincide en el tiempo con el alzamiento de los macabeos. Si bien en Ez 14, 14-20 y 28,3 se nombra a un Daniel, que junto a Noé y Job, justo y piadoso, el profeta del libro sería un personaje ficticio.
El libro es un escrito apocalíptico, tiene una parte perteneciente al cánon hebreo y otra que solo pertenece al cánon griego posiblemente escrito en la ciudad de Alejandría, muy apropiado para tiempos de crisis ya que su finalidad es transmitir esperanza ante lo caótico del momento.
Al realizar la lectura del texto se pueden tres partes diferentes y la estructura de la obra, ellas son:
- La historia de Daniel (capítulos del 1 al 6)
- Las visiones de Daniel (capítulos 7 al 12) y
- Unos relatos griegos (capítulos 13 al 14).
Baruc
El personaje de Baruc era secretario y colaborador del profeta Jeremías, ver los capítulos de Jeremías 32, 36 y 45; aunque posiblemente sólo se basa la historia. No hay datos que apoyen un posible autor o fecha de composición, ya que la ambientación en los primeros tiempos del exilio y los datos escritos sobre los deportados y quienes permanecieron en Jerusalén no coinciden con otras fuentes. Se piensa que el libro debió escribirse hacia el siglo II a.C.
La particularidad del texto de Baruc es que introduce a una solemne liturgia penitencial compuesta en tres momentos bien definidos, los cuales son confesión, meditación y exhortación.
En la parte penitencial (capítulos del 1,15 al 3,8) el pueblo reconoce que ha sido infiel al Señor, en la exaltación a la sabiduría (capítulos del 3,9 al 4,4) Dios responde a la penitencia del pueblo marcando la sabiduría como el verdadero camino de salvación y, en la tercera parte, el oráculo de restauración (capítulos del 4,5 al 5,9) los lamentos y súplicas del pueblo se dirigen al Señor con el fin que Jerusalén sea transformada en ese lugar donde se llegue a cumplir en plenitud la esperanza.
Es conveniente saber que cada una de las partes pertenecen a orígenes diversos y reunidos por un redactor del S. I a.C. con una marcada intención litúrgica.
Amós
Amó era pastor en Técoa, en el límite del destierro de Judá. Tuvo un corto ministerio en El santuario de Betel y, probablemente, también en Samaría, fue expulsado de Israel y volvió a sus antiguas ocupaciones.
Predicó en el reinado de Jeroboán II (783 a 743 a.C.) época gloriosa en la que el reino del Norte se extiende y enriquece, pero en la que El lujo de los grandes es un insulto para la miseria de los oprimidos, así como, el esplendor del culto encubre la ausencia de una religión verdadera.
El libro es principalmente poesía, con la excepción del primer verso del capítulo 1, todo el capítulo 7 y los primeros tres versículos del capítulo 8. Debe leerse como un poema.
División y contenido – Después del título (1,1) y un breve prólogo (1,2), el libro de Amós se divide en cuatro partes:
- Oráculos contra siete naciones, vecinos de Israel y contra Judá e Israel (1, 3 – 2.16)
- II – Oráculos contra Israel (31 – 6.14). Esta parte contiene las principales críticas contra la corrupción social y religiosa y el anuncio del castigo.
- III – Castigo divino (7,1- 9, 10) Hay cinco visiones, las cuatro primeras comienzan con la misma fórmula y la quinta es diferente. En medio de las visiones está la narración de la expulsión de Amós del santuario de Betel y otros oráculos
- IV – La esperanza mesiánica como oráculo de salvación (9, 11 – 15).
Oseas
No se sabe cuándo ni dónde nació Oseas. El libro nombra a su padre (Beri) y su esposa (Gomer). No existen datos seguros sobre este matrimonio. Algunos piensan que esto es pura ficción literaria; otros admiten un matrimonio real, pero discuten si la mujer era una prostituta antes del matrimonio o si se prostituyó después. Lo cierto es que el profeta utiliza esta experiencia, real o simbólica, para describir la relación de Dios (esposo) con su pueblo infiel (esposa).
Oseas debe haber comenzado su actividad justo después de Amós, en los últimos años del reinado de Jeroboán II (752-753 a.C). Ahora, después de este rey, el Reino del Norte entró en un período de decadencia e inestabilidad política, en los próximos treinta años habrá seis reyes, cuatro de los cuales tomaron el trono por la fuerza. El peligro más grave, sin embargo, vino de Asiria, parece haber sido en este contexto de alianzas contra Asiria que Pecaj, rey de Israel, en unión con Damasco declaró la guerra a Judá. Además de la difícil situación política, el Hay que tener en cuenta la situación religiosa para comprender las intervenciones desde el profeta; Durante este período, la religión de Israel fue influenciada por los cananeos, debido a la atracción que los cultos de Baal ejercían sobre los sacerdotes y sobre el pueblo.
El libro de Oseas presenta algunas dificultades de comprensión, ya sea porque el texto hebreo está mal conservado o porque se oponen a los oráculos de condenación y salvación sin una relación obvia entre ellos. En su conjunto, el libro se puede dividir en dos partes distintas:
I – Simbolismo del matrimonio y la familia (Capítulos del 1 al 3)
II – Crímenes y castigos de Israel (Capítulos del 4 al 14)
Epílogo sapiencial (Capítulo 4 versículo 10)
Miqueas
Miqueas era originario de Moréset (1,1), supuestamente una aldea de Judá, a 35 km al suroeste de Jerusalén, en una región cercana a Filistea. Era una tierra de campesinos, pero no aislada, ya que a su alrededor había importantes fortalezas de Judá. Y cada vez que las incursiones asirias creaban problemas, los pequeños productores de la tierra sufrían los abusos de los funcionarios del Rey que cobraban impuestos impagables.
No se sabe mucho de la condición social de Miquias. Fue consciente del problema de la tierra, y sus críticas contra los nobles de la época, suponen que era un campesino pobre, un trabajador de la tierra o un pequeño propietario.
El libro se divide en cuatro partes, donde se alternan amenazas y promesas. Esta organización del texto se puede atribuir a editores posteriores y la autenticidad de algunas secciones es discutible. Pero, tal como se presenta el texto, se desarrolla de la siguiente manera:
- Amenazas (capítulo 1,2 al 3,12)
- Promesas (capítulo 4,1 al 5,14)
- Amenazas (capítulo 6,1 al 7,7) y
- Promesas (capítulo 7,8-20)
Sofonías
La genealogía de 1:1 es extraordinariamente completa, comparada con la de los demás profetas: se remonta a Ezequías, si hubiera podido ser el rey de Judá que gobernó del 727 al 698 a.C.. Si es así, Sofonías sería de ascendencia real. Las referencias a Jerusalén y el conocimiento que revela de las distintas partes de la ciudad parecen confirmar que el profeta era de Judá y actuaba en Jerusalén.
Sofonías profetizó en tiempo del Rey Josías (640 – 609 a.C.), sus ataques contra las costumbres extranjeras y los cultos de los falsos dioses, sus censuras a los ministros y su silencio respecto del rey indican que predicó antes de la reforma religiosa y la minoría de Josías, entre los años 640 y 630 a.C., o sea, inmediatamente antes del comienzo del ministerio de Jeremías.
El libro de Sofonías se puede dividir en tres secciones:
- «Día del Señor» en Judá (capítulos 1,2 al 2,3), día de juicio universal, tenebroso y terrible, que afecta principalmente a Judá.
- Oráculos contra las naciones (capítulos 2,4 al 3,8), vecina de Judá, y un último (3,1-8) dirigida contra Jerusalén
- Promesa de restauración (capítulo 3 del versículo 9 al 20), es un mensaje de alegría por la presencia del Señor en Jerusalén y por el descanso de un pueblo pobre y humilde, salvado por Él.
Nahuum
El profeta Nahum desarrolla su ministerio a mediados del S. VII a.C., posiblemente durante el reinado de Manasés. Su política como rey de Judá, se inclinó siempre a favor de Asiria. El profeta critica esta posición y anuncia la caída del imperio, describiendo la destrucción de su capital, Nínive (612 a.C.).
Con la conquista de Tebas, capital de Egipto (688-687 a.C.), Asiria consigue el poder absoluto, no contento con ser opresor de todos los pueblos, alardea de ser invencible. A partir de esta lectura histórica, El profeta Nahum anuncia un castigo sin piedad contra El imperio asirio. El Señor va a vengar a los oprimidos y de esta manera mostrará su justicia y fidelidad.
El título del libro dirige al escritor a Nínive. Sigue un salmo que canta el poder de Dios en la Naturaleza y la Historia, protegiendo a los que en él confían y castigando a los enemigos.
- Pequeños oráculos (capítulo 1,9 al 2,3) dirigidos alternativamente a Judá y Nínive; para Judá se habla de consuelo y alegría, para Nínive y su rey se anuncia la ruina.
- Está dedicado a la destrucción de Nínive (capítulo 2,4 al 3,19). El profeta incluye el ejemplo de Tebas, como hemos dicho, para mostrar que todas las defensas de la ciudad de Nínive son inútiles. El libro termina con un canto fúnebre, presentando el desastre como consumado.
Habacuc
No se sabe nada de la persona de este profeta, ni su lugar de nacimiento, ni su familia, ni siquiera el período en el que vivió. Esta falta de datos no impida al Libro de la Habacuc, a alguien profundamente arraigado en la historia de su tiempo y en todo el problema de la acción de Dios en la historia.
La mención de los caldeos nos lleva a situar la profecía de Habacuc en la época en que los babilonios comenzaron a dominar todas las regiones del Próximo Oriente Antiguo (finales del siglo VII a. C.) e impusieron su yugo sobre Judá. Rey Joaquín (609-597 a.C) o el período posterior al 597, fecha de la primera deportación a Babilonia.
Muchos elementos de culto presentes en el libro (especialmente el capítulo 3) hacen que algunos comentaristas lo relacionen con las liturgias penitenciales de épocas posteriores. Pero siempre es necesario discernir si los oráculos proféticos han sido retocados para uso litúrgico, o si los elementos de la liturgia han sido reelaborados en forma profética. Como esta distinción no es fácil, se mantiene la probable composición del libro al comienzo del dominio babilónico.
El libro está estructurado en tres partes:
- Diálogo entre el profeta y Dios (capítulos del 1,2 al 2,4), formado por las quejas del profeta. La primera plantea el problema de la justicia, ¿por qué triunfan los malvados? La primera respuesta divina no satisface al profeta, por lo que vuelve a quejarse, sin comprender cómo Dios mira en silencio a los traidores. La segunda respuesta apunta al cumplimiento de la palabra divina: el profeta recibe la palabra y espera su cumplimiento.
- Maldiciones contra el opresor (capítul 2,5-20), incluye cinco imprecaciones que condenan todos los crímenes cometidos por la tiranía de los poderosos.
- Un Salmo (capítulo 3,1-19) que celebra el triunfo definitivo de Dios.
Ageo
Poco se sabe sobre el autor del profeta que da nombre a este libro. Se habla de él en Esdras 5,1 y 6,14. El nombre de Ageo que significa «mi fiesta» será posiblemente un apodo para caracterizar su dedicación al culto y al templo. Su ministerio fue de corta duración (junio a diciembre de 520 a.C.). Pertenece, por tanto, al último período del profetismo, el yo postexílico, durante el reinado de Darío (como Zacarías).
El libro del profeta Ageo no tiene título y consta de solo dos capítulos. Habla del profeta nacido en tercera persona, lo que supone un gran trabajo editorial. El texto actual debe ser obra de un discípulo del profeta, que resume la predicación de su maestro. Temáticamente, se puede dividir en cuatro oráculos, afirma el autor del prólogo («En el año…», «En el día…»):
1º Oráculo 1,1-15;
2º Oráculo 2:1-9;
3r Oráculo 2.10-19 y
4º Oracle 2.20-23.
Zacarías
Las diferencias de estilo y contenido entre los conjuntos de los capítulos 1 al 8 y 9 al 14 son tales que se acepta que se trata de dos libros de épocas y autores diferentes.
La actividad del profeta Zacarías (capítulos 1 al 8), según la cronología presentada en el libro, se extiende desde el octavo mes del segundo año de Darío (520 a. C., dos meses después de la primera profecía de Hageo) hasta el noveno mes de el cuarto año (518), lista es, por dos años. Podemos dividir esta primera parte en grandes apartados, precedidos de una breve introducción.
Introducción: (1,1-6) llamamiento a la conversión.
Primera sección: (1,7-6,15) es la sección principal del libro. Presenta ocho visiones, con breves oráculos esparcidos entre ellas.
Segunda sección: (7,1-6,15) es un conjunto de oráculos, que aparecen en un aparente desorden.
La segunda parte, posiblemente de finales del siglo IV o principios del III a.C, carece de unidad, tanto literaria como desde el punto de vista del contenido. El tema central es la descripción de la aparición del Mesías. Se puede dividir en dos secciones:
Primera sección: (9,1 – 11,17) en la que guarda silencio sobre la salvación del pueblo elegido.
Segunda sección: (12,1 – 14,21) caracterizada por la repetición de la fórmula «En aquel día…» (17 veces), tiene un tono claramente escatológico. Se trata de la renovación de Jesusalém y la lucha escatológica.
Malaquías
Es posible que, en un principio, este libro no mencionara el nombre de su profeta autor. La referencia a un «mensajero de la Alianza» en 3,1, con la expresión hebrea «male’aki = mi enviado». Malaquías, que en 1,1 aparece con el nombre propio del profeta enviado por Dios, todavía se encuentra en forma de «mi mensajero» en 3,1. Los Setenta lo tradujeron en 1,1 por «mi enviado» y no por el nombre de Malaquías. Este libro debe haber sido escrito alrededor del año 450 a.C., es decir, poco antes del año 445, cuando Nehemías prohibió a los judíos casarse entre sí. Sus actitudes encajan en el ambiente tras su regreso del exilio, en el cual se encuentran los primeros entusiasmos restauradores. El particularismo se puede ver en la aversión de Dios a Esaú (1,3) y en el rechazo de los matrimonios mixtos (2,11).
Luego de una introducción (1,2-5), en la que se menciona la elección de Israel, se hace alusión a las faltas cometidas contra el pacto de Leví por los sacerdotes y líderes (1,6-2,9), aludiendo a un culto universal. Luego viene una serie de quejas contra matrimonios y divorcios (2,10-16). Del mismo modo, el profeta anuncia «el día del Señor» (2,17-3,5) con la purificación del sacerdocio. Las dificultades que experimentan los israelitas terminarán cuando regresen a cumplir con sus deberes de culto (3,6-15). En el «Día del Señor» los buenos serán premiados y los malos castigados (3:16-21). Un apéndice (3,22-24) exhorta a la observancia de la Ley de Moisés y se refiere a una futura venida del profeta Elías.
Abdías
Del autor del libro no se sabe nada más que su nombre: Abdías, que significa «Siervo del Señor». Es uno de los llamados Profetas Menores.
El más pequeño de todos, si consideramos la longitud de su libro, si se le puede llamar libro, pues tiene sólo 21 versos. Pero la longitud no cuenta, cuando hay algo que decir en el Nombre de Dios. Fecha y Contenido: No es fácil determinar la fecha de su composición. Sin embargo, parece que debe haber sido escrito después del 586 a.C., la fecha de la destrucción de Jerusalén. Esta referencia histórica será suficiente para una lectura justa del libro, aunque admitiendo algunos añadidos posteriores.
En cuanto a su contenido, tenemos:
versículo (v.) 1: el título.
v. 2-14: exhortación a pelear contra Edom, contra quien se pronuncia una profecía (v.2-9), por haberse regocijado en la destrucción de Jerusalén y haber contribuido a agravar sus sufrimientos (v. 10-14).
v.15-21: falta el “Día del Señor”, que traerá consigo la guía de todos los tiempos y el comienzo de días mejores para Israel.
Joel
De Joel, hijo de Petuel, nada se sabe por lo que se puede deducir de su obra. El profeta ejerció su ministerio en Jerusalén y fue un hombre profundamente conocedor del mundo rural, aunque se supone que no era de origen campesino. De hecho, su calidad poética, su profundo conocimiento de los profetas anteriores y el modo en que trata únicamente la lengua, lo sitúan en un entorno cultural muy elaborado.
Son varios los problemas que plantea este libro, desde la interpretación hasta su unidad, fecha y estructura. Hoy en día, los especialistas entienden que, a partir de las referencias del libro a la situación interna de Jerusalén y la situación internacional, y teniendo en cuenta el estilo literario del profeta y el propio idioma, es posible establecer una fecha. Las investigaciones modernas apuntan a una fecha inmediatamente posterior al exilio babilónico (S.V-IV a.C.), cuando no había rey y Judea era una provincia del Imperio Persa.
Coherentemente, en su conjunto, a pesar de algunas pequeñas interpolaciones (como 4.4-8), El libro parece estar dividido en dos grandes partes:
- 1,2 – 2,27: un desastre agrícola, consistente en una plaga de langostas (1,2-12) y una gran sequía (1,13-20), hacen pensar al profeta en calamidades mayores. En 2:1-11, su imaginación transforma las langostas en un ejército que viene a destruir la ciudad. Esta catástrofe nacional es una invitación a la conversión (2,12-17), que da la respuesta de Dios (2,18-27)
- 3.1-4.21: los eventos descritos anteriormente se elevan a la categoría religiosa de «Día del Señor». Joel, además del derramamiento del espíritu, juega con tres temas: las señales en el cielo y en la tierra (3,3-4; 4,15-16); la salvación de Judá (3.5; 4.16b) manifestada a nivel político (4.17) y económico (4.18), la condenación de naciones estratégicas (4.1-14).
Jonás
Se sabe, desde 2Re 14,25, de la existencia de un profeta llamado Jonás, hijo de Amitai, que habría llevado a cabo su misión en tiempos de Jeroboam II (siglo VIII a. C.). El nombre y la filiación coinciden, de hecho, con el protagonista de este libro. Pero no fue este profeta quien lo escribió, como se ve por la fecha en que debió ser escrito. Sin embargo, su lectura muestra que el autor, además de ser un hábil artista, tenía un amplio conocimiento bíblico. En su obra hay claras influencias de algunos Salmos, de Jeremías, Ezequiel, Joel y otros.
Jonás es un caso único en la literatura profética: nunca usa el sustantivo «nabi» (profeta), ni el verbo «profetizar», ni la fórmula del mensajero; y toda la predicación del profeta se resume en 3,4: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida».
Este libro es parte del género literario llamado Midráshico, que permitió tomar un tema bíblico como base de desarrollo de la redacción con una intención didáctica, sin la intención de narrar eventos históricos. La base histórica es muy pobre: solo el nombre del tiempo del profeta de Jeroboam II, como se dijo, y que, en ese momento no apoyó a las ideas nacionalista del rey, la actitud a la que se opone el libro. El segundo elemento del aspecto histórico es la ciudad de Nínive. Pero no hay testimonio que habla ni supone una misión tan profética y la conversión sensacional correspondiente.
La fecha de composición sólo puede deducirse de sus características Elaboración de su teología. El estilo, el subacuático y Cerros Aramaísmos (1,5-7; 3,7; 4,11) apuntan a un período posterior al regreso del Exilio (S.V a.C.), como piensa la mayoría de los críticos. Este libro se divide en dos partes:
- Jonás se opone a la voluntad de Dios y huye a Tarsis. Es tragada por el pez y vomitada sobre el paria (1,1-2,11).
- II. Jonás predica en Nínive, que se convierte (3,1-4,11).